domingo, 11 de marzo de 2018

SOÑAR NO CUESTA NADA

Soñar no cuesta nada, pero ¡que tal si esos sueños se hacen realidad?
¿que pasa si despertamos y encontramos ese sueño como un sueño real?

Inicio esta redacción con estas preguntas, porque a veces, no creemos en los sueños y creemos en el que dirán, o pensamos que esos sueños nunca llegarán a concretarse.

Hay un equipo de Argentina, que no le costó nada soñar, pero luchó luchó hasta llegar a concretar ese sueño.
Ese equipo es Estudiantes de mi ciudad de Concordia, un conjunto que con bravura logra sus objetivos, se le ponga quien se le ponga adelante.
Hoy, Estudiantes tuvo en frente a un gran equipo, un conjunto brasilero de esos que meten miedo, esos que cuando los ves por televisión decís estos equipos son imposible de ganar, tienen miles de variantes y por sobre todas las cosas, un presupuesto económico altísimo. Ese equipo, era el baurú, un conjunto como dije antes con muchas variantes, pero nada que al verde de mi país le saque las ganas de cumplir ese tan anelado sueño de repetir otra vez una asaña, como lo fue aquella contra el poderosísimo Guaros de Lara de Venezuela, al jugar la final de la Liga Sudamericana y al ganarle uno de esos partidos en esa serie, tras haber perdido tres contra ese mismo equipo.
Todo eso pareció haber quedado atrás en el tiempo y en la nostalgia de algo que quizá nunca más se podría llegar a repetir. Pero sin embargo, el destino tenía otra sorpresa, y esa fue la de en la Liga de las Américas, (Estudiantes se ganó ese derecho por jugar la final de la Liga Sudamericana) enfrentar al poderosísimo Guaros y ganarle en un hermoso partido de semifinales y regresar tras una derrota con Regatas de Corrientes, para Ganarle al Baurú de Brasil, un equipo con muchísima historia dentro de esta competición.
Hoy, este equipo de Lucas Victoriano está en otra final, está haciendo historia a nivel internacional, y lejos de hacer una crónica de lo que sucedió en el partido, solo me queda agradecerles a todos y cada uno de los jugadores, todos y cada uno de aquellos que pusieron su granito de arena para que el verde esté en la tan anelada final.
Estudiantes, con un presupuesto bajísimo a comparación del resto de los equipos, otra vez volvió a demostrar que si se cree en los sueños, estos pueden cumplirse trabajando con seriedad y con convencimiento de que si se puede.
Algún día, cuando estos jugadores sean abuelos, cuando hablen con sus nietos, estos les dirán, nosotros jugamos contra equipos encumbrados en lo más alto como el Guaros de Venezuela, Baurú, de Brasil, Universo Vitoria de Salvador de Baía, Flamengo de brasil, y no solo ellos, sino que todo Concordia se va acordar de lo que se vivió, que acá vino el campeón de la Liga de las Américas y jugó dos partidos, que les ganamos dos veces y que nada más ni nada menos, como si fuese poco, se llegó a dos finales a nivel continental.
Ojalá y el gobierno de la provincia de Entre Ríos se de cuenta, de lo que estos leones son capaces de hacer, del desastre a nivel deportivo que les hicieron a grandes equipos para lograr llegar a dos finales americanas y quién te dice, que no se les pueda ganar a equipos como San Lorenzo y el que pase de Regatas y Mogi Das Cruzes de Brasil, porque este equipo no entiende de imposibles, no entiende de fronteras ni de contratiempos. Ojalá y los patrosinadores imviertan en Estudiantes para que este tipo de acontecimientos se sigan dando cada vez más no solo en Concordia, sino en toda la Argentina con un equipo que tiene ganas de seguir haciendo historia de la buena.

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